
En esta época del año, circulan con mayor fuerza distintos virus que producen ENFERMEDADES RESPIRATORIAS entre las que se cuentan la bronquitis; la bronquiolitis –que afecta principalmente a niños pequeños y lactantes–; la gripe; y las neumonías.
SÍNTOMAS
Las medidas de prevención se deben incrementar en las personas más vulnerables a este tipo de afecciones respiratorias: bebés, niños, embarazadas y adultos mayores. Es fundamental estar alerta a los primeros síntomas para un tratamiento precoz y evitar que el cuadro se agrave.
- Fiebre
- Mocos
- Dificultad para respirar
- Bebés que rechazan alimento
- Respiración acelerada, con ronquidos o silbidos
Desde Clínica y Maternidad del Sol te compartimos RECOMENDACIONES PARA PREVENIRLAS y cuidar tu salud y la de tus hijos:
- Lavarse frecuentemente las manos, sobre todo al volver de la calle, antes y después de ir al baño, preparar comida o cambiarle los pañales al bebé.
- Sostener la lactancia materna, obligada al menos hasta los 6 meses de vida.
- Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día, en especial en los niños, embarazadas, personas con enfermedades crónicas y adultos mayores.
- Toser y estornudar siempre cubriéndote la boca.
- Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.
- No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
- Cuidar la casa de la humedad, evitando que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias o moho.
- No fumar y mantener los ambientes libres de humo.
- Ventilar todos los ambientes a diario. Mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados, aunque haga frío.
- Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).
- Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos afuera de la casa antes de irse a dormir.
- No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
- En ambientes cerrados, solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).
- Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa. Hacerlas revisar por personal experto y autorizado.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas o vómitos.
- Mareos, acompañados de cansancio.
- Letargo o confusión.
- Desmayo o pérdida de conocimiento.
- Alteraciones visuales.
- Convulsiones.
- Estado de coma.
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