
¿Cuándo comenzar a amamantar?
La OMS recomienda la Lactancia Materna exclusiva desde una hora después del nacimiento.
Luego del parto –ya sea natural o cesárea-, vas a experimentar varios cambios hormonales que incentivan la bajada de la leche. El estímulo más importante para favorecer este mecanismo es la SUCCIÓN. Es aconsejable poner el bebé al pecho tan pronto como sea posible después del nacimiento: cuando la primera mamada es precoz y se mantienen prendidas frecuentes, la bajada de leche es más rápida y su producción es mejor.
Recordá que las primeras mamadas son un aprendizaje para ambos y es normal que a veces haya dificultades.
LA LECHE MATERNA ES EL ALIMENTO IDEAL E INSUPERABLE PARA TU HIJO HASTA LOS 6 MESES Y SE PUEDE EXTENDER HASTA LOS 2 AÑOS.
DEL CALOSTRO A LA LECHE.
El Calostro, espeso y amarillento, es la primera secreción láctea que producen los pechos. Es normal que la producción sea escasa, pero es la medida justa que el niño necesita. Tiene el balance exacto de nutrientes para alimentarlo y le proporciona, también, inmunoglobinas –anticuerpos- que lo protegen de infecciones.
A medida que tu bebé se prenda al pecho, irá cambiando la consistencia del calostro. Vas a notar que la tensión y calor de tus pechos aumenta: aquí comienza a producirse la bajada de la leche. Al principio se la denomina leche de transición debido a que tiene algunas características del calostro pero va cambiando, día a día, hasta adquirir la consistencia de la leche madura, que comienza a producirse alrededor del tercer día posterior al nacimiento y se mantiene así durante todo el período de lactancia.
Para saber la FRECUENCIA con la cual amamantar, tené presente que la leche materna se digiere muy rápido.
Las primeras semanas de vida, la mayoría de los bebés se alimentan entre 8 y 12 veces por día.
Luego de los 3 meses de vida del bebé, se aconseja amamantar entre 2 y 4 horas luego de la última prendida al pecho.
Además de la frecuencia y duración recomendadas, para saber si tu bebé está tomando suficiente leche tenés que prestar atención a ciertas pautas:
- Fijate si succiona activamente.
- Escuchalo: cuando deglute hace sonido.
- Chequeá que tu bebé mame tranquilo, sin ponerse irritante.
- Controlá que tus pechos produzcan leche de manera constante.
- La bajada de la leche debe ajustarse a los horarios que tu hijo mama. En este sentido, vas a sentir tus mamas tensas y duras cuando te demores en vaciarlas.
- Tu bebé debe mojar varios pañales por día.
- Su materia fecal debe ser amarilla y fluida.
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